Tipos futboleros como los de Bien Igual no podían dejar que la final de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 pasara inadvertida. Por eso se juntaron en casa de Miky para tomar unos tragos y observar el partido. A pesar de los bostezos que provocó el partido y la actuación de Riquelme, se terminó festejando con jolgorio el título obtenido.
La noche tuvo también como atracción la reaparición en público del Patu luego de su cirugía de nariz.